Crecen levemente Lacalle y Larrañaga, cae Antía en intenrna del PN; se mantiene la distancia entre Martínez y Cosse en el FA; sigue reduciéndose la brecha entre Talvi y Sanguinetti en el PC (difundido en VTV Noticias)

Algunas consideraciones preliminares importantes

Que nos perdone el lector asiduo de nuestras notas, pero consideramos importante repetir algunas consideraciones que venimos publicando mes a mes. Como venimos insistiendo en notas anteriores, medir la intención de voto para las elecciones internas es y va a ser cada vez más una tarea particularmente difícil en Uruguay:

1. No es una elección obligatoria, y por lo tanto hasta el último día no es posible saber a ciencia cierta cuántas personas van a concurrir a votar en general, y en cada partido en particular. Históricamente, desde las primeras elecciones internas que tuvieron lugar en 1999 – a partir de la reforma constitucional votada en 1996 – el porcentaje de personas que afirma que «seguramente» concurrirá a votar es significativamente mayor que el que termina siendo en la realidad: es «políticamente correcto» en Uruguay decir que se va a votar aunque no sea obligatorio, por aquello del «deber cívico». Actualmente más del 70% de los ciudadanos uruguayos afirma que «seguramente» concurrirá a votar en las internas, lo cual es altamente probable que no suceda. Recordemos también que la fecha de las internas coincide con el inicio de las vacaciones escolares de invierno y hasta con la Copa América, lo cual no favorece la concurrencia de quienes no están absolutamente decididos a participar llueve o truene.
2. En sentido contrario a lo señalado en el punto 1, por primera vez tenemos elecciones realmente competitivas en los tres partidos principales, con récord de precandidatos, figuras totalmente nuevas y fuertemente ascendentes, y negociaciones que siguen dándose para eventuales alianzas (ya sucedió la de Sartori con Alonso). Esto podría contribuir a que tengamos, por el contrario, más votantes que en elecciones internas anteriores.
3. La ciudadanía sigue pareciendo tener la mira más puesta en las elecciones de octubre que en las de junio de 2019; es sorprendentemente alto, por ejemplo, el porcentaje de la población que no sabe en qué mes tendrán lugar las elecciones internas ni quiénes son todos los candidatos de cada partido cuando se hace la pregunta en forma abierta.

¿Cómo se pregunta la intención de voto para las internas y a quiénes?

A riesgo de parecer repetitivo, y procurando no entrar en tecnicismos demasiado sofisticados (y por lo tanto aburridos !) quisiera insistir en los múltiples factores que pueden incidir en los resultados de una encuesta de intención de voto de cara a las elecciones internas de junio:

1. La forma de preguntar tiene una incidencia muy relevante en los resultados que se obtienen: no es lo mismo preguntarle a todos los simpatizantes de un partido quién les gustaría que fuera el candidato a la presidencia en forma abierta (o sea sin opciones de respuesta) que preguntarle exclusivamente a quienes afirman que seguramente concurrirán a votar en las internas de ese partido y mostrándoles una lista cerrada de opciones.
2. El orden de las preguntas puede incidir en la respuesta, ya que una pregunta anterior sobre cualquier otro tema puede influir en la espontaneidad o no de la respuesta a la intención de voto.
3. También incide el hecho de que como hemos señalado un poco más arriba, algunos precandidatos aun no son conocidos como tales. Por ejemplo: el/la precandidato/a X es conocido/a por el 90% de la ciudadanía, pero solo un 60% sabe espontáneamente que es precandidato/a de su partido en las internas y se entera de eso recién cuando le hacemos la pregunta de intención de voto y le mostramos a ese/a candidato/a en la lista de opciones de respuesta.
4. … y todo esto suponiendo que la encuesta haya sido realizada de buena fe, realmente como encuesta, y no con preguntas sesgadas que tienden a inducir una respuesta o dirigidas a públicos que no son representativos del universo de votantes. Actualmente estamos viendo varias de esas, en particular con campañas propagandísticas telefónicas disfrazadas de encuestas, encuestas en portales que solo son representativas de los lectores de ese portal, encuestas en Twitter con solo 4 opciones de respuesta, etc. Pero eso es harina de otro costal.

No existen formas correctas y formas incorrectas de realizar las preguntas ni de definir a quiénes debe encuestarse, y existe abundante literatura al respecto. Nuestra metodología consiste en preguntar primero a los encuestados si irían a votar en las elecciones internas de junio 2019, recordándoles que no es una elección obligatoria. Las opciones de respuesta eran tres: «seguramente voy a ir a votar», «quizás vaya a votar pero no estoy seguro», y «no voy a ir a votar». A todos aquellos que respondieron «seguramente» les preguntamos dentro de qué partido votarían. Y según qué partido mencionaban les planteamos una lista cerrada de candidatos y les preguntamos a cuál de ellos votarían si la elección fuera entre esos candidatos.

Por otro lado, preguntamos a qué partido y a qué lista al Senado votaron en las elecciones nacionales de 2014, lo cual nos permitió «abrir» los resultados no solo según las variables habituales (género, edad, nivel socioeconómico, Montevideo / Interior) sino también según a qué sector votaron.

La intención de voto en el Partido Nacional

Al momento de comenzar el relevamiento de esta encuesta, aun no estaba confirmada la alianza entre Juan Sartori y Verónica Alonso, pero se veía como altamente probable. Optamos entonces por preguntar por los dos escenarios de interna del PN: con y sin Verónica Alonso. En la gráfica a continuación presentamos los resultados de la encuesta SIN Alonso, solo con los candidatos que siguen en carrera. Cabe señalar que en el escenario CON Alonso, la misma obtenía 2% de intención de voto, que se redistribuyen básicamente entre Antía y Larrañaga (en ese orden). También aclaramos que Carlos Iafigliola no llega al 1% de intención de voto, por lo cual no lo incluimos en la gráfica.

Luis Lacalle Pou obtiene un 46% de intención de voto (crece 3 puntos), Jorge Larrañaga un 25% (crece también 3 puntos), Juan Sartori un 17% (crece 1 punto), Enrique Antía un 11% (cae 4 punots), y Carlos Iafigliola no llega a 1%.

Podemos decir que en relación a lo que veníamos observando desde fines del año pasado, es la encuesta en la que observamos menos variaciones en comparación con la anterior, principalmente porque Juan Sartori no creció en la medida en que lo venía haciendo. Los segmentos de población en los que obtiene mayor intención de voto son los jóvenes y los niveles socioeconómicos bajos (en este último iguala a Lacalle, mientras que en los niveles más altos su intención de voto es muy baja).